El Gobierno habilita a empresarios y gremios a negociar un plus salarial

15 / 12 / 2014

Inflación -Forma parte de un acuerdo no escrito que involucra a los principales sectores económicos; la Casa Rosada busca desalentar conflictos antes de fin de año

Por Nicolás Balinotti  | LA NACION

El Gobierno no se opone ni se opondrá a que los privados abonen un plus salarial como compensación de la inflación o de los descuentos por el impuesto a las ganancias. En algunos casos, habrá pagos a cuenta de las paritarias de 2015. Y hasta las gestiones provinciales podrían adelantar la fecha de liquidación del aguinaldo.

Todo es parte de una suerte de acuerdo tácito entre funcionarios, empresarios y gremialistas en tren de garantizar un fin de año con menos conflictividad y sin sobresaltos.Parte de la estrategia quedó al descubierto cuando el Ministerio de Trabajo habilitó la semana pasada una instancia de negociación extraordinaria para los petroleros del Sur con el objetivo de neutralizar su amenaza de huelga.

Con la producción de gas y petróleo en marcha, hubo una virtual reapertura de la paritaria. Y desde entonces, con el aval del Gobierno, los sindicatos y las cámaras empresariales avanzan en un acuerdo para compensar las quitas del impuesto a las ganancias con un bono, que sería de unos $ 30.000 y se daría en tres cuotas.

Por un convenio similar, aunque por un monto menor, pujan los bancarios, que definirán en los próximos días si activan su décimo paro contra el tributo que se aplica sobre los salarios. También los mecánicos de Smata y los metalúrgicos de la UOM están por definir el monto del plus que recibirán antes de fin de año.

El latente conflicto salarial con los docentes bonaerenses podría inaugurar, además, los pagos a cuenta de la paritaria del año próximo.

El jefe de Gabinete de Daniel Scioli, Alberto Pérez, convocará a los maestros para evitar otra huelga antes del cierre del ciclo lectivo.

Una alternativa que se evalúa es darles en enero y febrero un adelanto de lo que será el aumento definitivo que se concrete entre marzo y abril de 2015. En La Plata hasta se menciona de manera informal el porcentaje a otorgar: un 16 por ciento.

"Lo ideal sería reabrir las paritarias, pero es imposible porque para el gobierno nacional sería reconocer la inflación. A falta de eso, habrá un bono, como viene sucediendo con los estatales de varias provincias y con gremios de la actividad privada. Resuelven dar el bono para tener un fin de año en paz", dijo un jerárquico de la CGT oficialista que sigue de cerca la negociación de los maestros bonaerenses.

Hasta en las golpeadas industrias automotriz y metalúrgica habrá plus salarial. Los mecánicos del Smata tienen incorporada la bonificación mediante el convenio colectivo. Les resta definir el monto. La Unión Obrera Metalúrgica, en tanto, está próxima a sellar un trato por un pago extra, que sería de 2000 a 3000 pesos.

"Los empresarios aceptan pagar el bono porque saben que el acuerdo de paritarias se quedó corto en comparación con la suba de los precios", dijo un dirigente metalúrgico que suele ser la sombra de Antonio Caló, el líder de la UOM.

El sindicalismo opositor también forma parte de esta especie de acuerdo tácito rumbo al fin de año. Mucho antes de romper su alianza por las diferencias para convocar a otro paro nacional, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo mantuvieron un encuentro secreto con dirigentes de la Unión Industrial Argentina. La inflación fue el tema que guió por entonces la charla en la sede gremial de avenida Caseros.

Tras aquella cumbre, el camino de los sindicalistas se bifurcó: Moyano adoptó un perfil más moderado y sus reclamos son exclusivos para los camioneros.

Mientras que Barrionuevo atenuó los decibeles de su disputa retórica con el kirchnerismo y activó su plan para reposicionarse políticamente en 2015.

Pero a decir verdad, el vínculo entre ambos ya se había empantanado cuando quedaron envueltos en un escándalo con el oficialismo a partir del apocalíptico pronóstico que hizo Barrionuevo, que insinuó que "en diciembre el país vuela por los aires", por la elevada inflación.

Después de años de fuego abierto, el Gobierno tendrá un gesto con un sector del sindicalismo opositor. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, recibirán mañana en la Casa Rosada a los referentes de los gremios del transporte. La comitiva sindical será encabezada por Omar Maturano y el moyanista Juan Carlos Schmid.

"Vamos a ir a plantear la licuación de los salarios desde la paritaria hasta ahora y las quitas por el impuesto a las ganancias", anticiparon.

Sin una solución a mano, para el Gobierno, abrir la instancia de diálogo será ya una manera de bajar las tensiones con un sector estratégico.

Como en todo, hay excepciones. La CTA Autónoma, cuyo poder radica en las dependencias estatales, llamó a una protesta nacional para el jueves que viene. Entre su rosario de reclamos, presiona por un plus salarial de $ 4000, la eliminación del impuesto a las ganancias y el 82% móvil para los jubilados. Su líder, Pablo Micheli, todavía anhela en sumar a Moyano a la protesta. Difícil.

Después del caos de diciembre del año pasado, propagado por las revueltas policiales y los extendidos cortes de luz, el Gobierno apuesta ahora a un fin de año en paz.

En paralelo a los refuerzos en materia de seguridad, avanza este acuerdo tácito con gremios y empresarios, que podría tener su corolario con el anuncio presidencial de eximir del pago del impuesto a las ganancias al medio aguinaldo


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