El nuevo marco, elimina trámites considerados trabas y actualiza exigencias para conductores de transportes comerciales. Buscan más dinamismo administrativo y reducción de costos.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que depende del Ministerio de Economía, difundió un paquete de reformas orientado a transformar los Centros de Emisión de la Licencia Nacional de Conducir (CEL) dentro del Sistema Nacional de Licencias de Conducir (SINALIC). Los cambios se verán reflejados este viernes en la Disposición 219/25 que se publicará en el Boletín Oficial, y el foco está puesto en acortar plazos, bajar costos y transparentar los procedimientos para la obtención y renovación de permisos destinados a conductores de transporte de carga y de pasajeros.
La medida recibió la firma del titular de la ANSV, Francisco Díaz Vega, y constituye un capítulo más en la política de desregulación estatal promovida desde el inicio de 2024. El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado comunicó que busca terminar con cargas administrativas y requisitos técnicos previos, que trababan el funcionamiento de los centros municipales y provinciales en la red nacional.
La disposición permite a las jurisdicciones adheridas al SINALIC otorgar la Licencia Nacional de Conducir a conductores profesionales dentro de las categorías C, D y E. Estas categorías corresponden a transporte de cargas y servicios de pasajeros de distintas características.
Cómo se renovarán las licencias:
En el marco de la revisión general de los trámites, la ANSV explicitó que la renovación de la licencia profesional, a partir de la Disposición 219/25, se reduce a dos instancias centrales: la aprobación de un examen psicofísico y la asistencia a un curso teórico de actualización. Ya no será necesario cumplir con las veintes horas de clases teóricas y prácticas que antes figuraban como rutina para obtener la renovación. Para quienes tramiten la primera licencia profesional, el nuevo marco normativo rebaja la carga horaria a poco menos de la mitad de las cincuenta horas que se requerían en el pasado.
El texto de la disposición clasifica los Centros de Emisión en dos grandes grupos: CEL tipo A (avanzado) y CEL tipo B (intermedio), según las categorías de licencia que otorgan y los requisitos de infraestructura y personal especializado que cumplen. La reforma regula las etapas clave del sistema, con lineamientos sobre la capacitación de instructores y operadores, la adecuación edilicia mínima obligatoria, la instalación de sistemas informáticos controlados y la realización de auditorías de rutina para evitar irregularidades.
Desde la entrada en vigencia de la nueva resolución, la potestad de emitir licencias profesionales vuelve a las autoridades provinciales y municipales, lo que permite que los CEL integren más rápidamente las innovaciones normativas sin pasar por proveedores específicos. Tanto la estructura edilicia mínima, como la formación exigida a instructores y operadores, pasan a un esquema más flexible. Salvo los requisitos psicofísicos, que se mantienen, el resto de las condiciones se simplifica y se uniforma a nivel nacional.
La disposición contiene un apartado específico para los procedimientos de control y auditoría. Cada CEL se debe someter a verificaciones periódicas, y la ANSV monitorea los procesos por medio de herramientas informáticas, que registran los exámenes y validan la integridad de los datos ingresados en el sistema nacional. Esto apunta a impedir irregularidades en la carga de información y a lograr que todos los conductores profesionales argentinos se evalúen bajo un parámetro idéntico, sin distinciones geográficas ni discrecionalidades locales.
El reemplazo del simulador por la flexibilidad de circuitos controlados o el uso de vías públicas en condiciones específicas busca ampliar las opciones para los gobiernos locales, que señalaban falta de fondos o problemas de compra de tecnología cuando aplicaba el esquema anterior. La baja sustancial de horas exigidas en cursos también responde a reclamos de organizaciones de transportistas que reclamaban una revisión del contenido y la carga horaria.