Moyano y sus aliados habían convocado a un paro, pero ahora analizan dejarlo sin efecto

10 / 12 / 2014

Anunciaron la huelga antes del mensaje de Cristina; intentarán capitalizar el anuncio

Por Nicolás Balinotti  | LA NACION

En el cuarto de piso de Azopardo 802 ya se había decidido por unanimidad convocar a un paro nacional de la CGT para el viernes 12 cuando Cristina Kirchner anunció que exceptuarán al medio aguinaldo de la carga del impuesto a las ganancias.

Eran las 19.15 cuando Hugo Moyano ordenó al portuario Juan Carlos Schmid, quien unas horas antes había anudado un trato con los ferroviarios y los colectiveros de la UTA, que bajara a la sala de prensa a comunicar públicamente la huelga.

Sin saber que en ese mismo instante comenzaría a hablar la Presidenta en la conferencia de la Unión Industrial, Schmid bajó al primer piso y anunció las protestas para la semana que viene, aunque sin precisar la fecha exacta. "Será antes del 15 de diciembre. Lo definiremos con las otras centrales obreras", dijo, en un intento de pluralizar el reclamo de la CGT moyanista y de los gremios del transporte en contra del impuesto a las ganancias y la inflación.

Con la convocatoria al paro ya extendida y hecha pública, a Moyano lo tomó por asalto el anuncio presidencial. Ya se habían ido casi todos los dirigentes. Pero él seguía todavía en su despacho, rodeado de unos pocos colaboradores. Estaba impávido cuando le confirmaron la noticia. Si fuera por él, levantaría el paro. Piensa anunciarlo hoy después de comunicarse con el resto de los convocantes: Luis Barrionuevo, Pablo Micheli y los referentes de los sindicatos del transporte, el ferroviario Omar Maturano y el colectivero Roberto Fernández.

"Si la UTA y La Fraternidad [ferroviarios] no tenían plena firmeza de parar, ahora con el anuncio de Cristina mucho menos", fue la primera reacción que hubo anoche cerca del jefe de los camioneros. Moyano jamás volvería a convocar a un paro nacional sin la adhesión de los principales gremios del transporte. El 28 de agosto pasado lo comprobó cuando paró con la CGT de Barrionuevo y la CTA de Micheli como únicos aliados. Aquella vez el impacto de la medida de fuerza fue parcial y se sintió apenas en las grandes urbes.

Moyano se jactó anoche entre sus íntimos de que el anuncio presidencial fue casi como un logro propio. "La paciencia tiene un límite", había dicho el lunes como réplica de los argumentos del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro Axel Kicillof. Los funcionarios habían dicho que Ganancias es un "aporte solidario" de los trabajadores y que cobrar el impuesto es "filosófica e ideológicamente necesario".

Después de este cruce, Moyano avanzó en las negociaciones con los gremios del transporte y con Barrionuevo y Micheli para definir el paro. Hoy anunciarían que será levantado, aunque irán a la carga por otras demandas: la suba periódica del mínimo no imponible de Ganancias, la inflación y el aumento de emergencia para los jubilados.

Anoche, Fernández, de la UTA, dijo que "revisarán la medida y que el paro podría levantarse, cómo no". La única postura firme fue la de Barrionuevo. "Es una caja de Navidad que nos regala. Es muy pobre el anuncio. No hay por qué levantar el paro", se plantó el gastronómico.

La CTA de Micheli, uno de los aliados circunstanciales de Moyano, evaluará si mantiene su plan de lucha para diciembre. "Si bien es un paso importante, no alcanza al mínimo no imponible y no resuelve lo del bono de $ 4000 por la inflación ni el aumento a los jubilados. Se dio gracias al pedido de todas las centrales obreras", dijo anoche Micheli. Una postura similar adoptó el portuario Julio González Insfrán: "La Presidenta no mostró ninguna intención de dialogar y cedió a la presión gremial".

El anuncio presidencial también tomó por sorpresa a la CGT oficialista. Ayer mismo, uno de sus dirigentes jerárquicos evaluaba sumarse al paro de Moyano en reclamo de Ganancias. Y el estatal Andrés Rodríguez ya había reconocido que era improbable cualquier anuncio. Los únicos que no habían bajado los brazos eran tal vez Antonio Caló y Gerardo Martínez, quienes insistieron por cambios en el tributo hasta la semana pasada con sus interlocutores del Gobierno. Martínez se lo había planteado cara a cara a Cristina Kirchner, la semana pasada, en la Cámara de la Construcción.

"Es algo de oxígeno en el salario de un mes difícil. De todas maneras, no resuelve la cuestión de fondo porque el mes que viene estamos con el mismo problema. Y con las paritarias que vienen, se va a tornar mucho peor. Pero viene bien y es un momento oportuno. El 30% de los docentes cobrarán ahora sin descuento el medio aguinaldo", dijo Sergio Romero, secretario de políticas educativas de la CGT oficialista y jefe de la Unión Docentes Argentinos.

Caló ratificó para hoy la reunión de la cúpula de su CGT. El encuentro había estado en duda por las internas de la central y por la indefinición de Ganancias. Ahora, intentará capitalizar el anuncio de Cristina.

 


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