Se reactivan las exportaciones de fruta fresca

23 / 08 / 2012

Se reactivan las exportaciones de fruta fresca

Tras sufrir con el clima adverso y el real valorizado, los exportadores brasileños de frutas frescas comenzaron a frenar parte de las pérdidas que acumularon en los últimos años.
Limitadas por la crisis que alcanza a Europa, el principal destino de las ventas, las exportaciones nacionales ahora cuentan con los estímulos del dólar más fuerte y del clima favorable a cultivos como melón y manzana para volver a crecer, en volumen, después de cuatro años de caídas.

En el primer semestre de este año, Brasil exportó 271.200 toneladas de frutas frescas, un crecimiento de 8,6% sobre las 249.600 toneladas embarcadas en el mismo intervalo del año pasado, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex) compilados por el Instituto Brasileño de Frutas (Ibraf ). Esos embarques rindieron, a su vez, u$s 206,3 millones, una suba de 5,6% en la misma comparación.
A pesar de la recuperación, el déficit de la balanza comercial de frutas frescas aumentó en el primer semestre, impulsado por el avance continuo de las importaciones.
En los primeros seis meses del año, el segmento acumuló un déficit de u$s 46,5 millones, ante resultados negativos de u$s 30,1 millones en igual período del año pasado. El resultado debe revertirse en el segundo semestre, cuando las exportaciones de melón, uva y mango ganen aliento.
El mejor desempeño de las exportaciones en el período es un claro resultado de las mejores condiciones climáticas en las regiones productoras de melón y manzana -los dos productos respondieron por 44,3% de los embarques de frutas frescas de país en el período--, informó el gerente técnico de Ibraf, Cloves Ribeiro.
"Con el clima propicio y el dólar valorizado, la tendencia es presentar resultados mejores a final de año", prevé el especialista.
Principal ítem entre las exportaciones de frutas, los embarques de melón saltaron 49,5% en el primer semestre ante el mismo período de 2011, a 53.100 toneladas. En el primer trimestre del año pasado, los productores de Rio Grande do Norte, principal polo de producción de melón del país, se vieron perjudicados por el exceso de lluvias, que comprometió la exportación de fruta en la temporada 2010/2011, que va de agosto a mayo.
Desfavorecidas por el clima adverso en los últimos años, las exportaciones también volvieron a subir en el semestre. Entre enero y junio, los embarques de fruta de la cosecha 2011/2012, que cerró en abril, crecieron 38,7%, a 67.100 toneladas, según el Ibraf.
A contramano de la recuperación del crecimiento de los volúmenes embarcados, lo que no sucedía desde 2007, un año antes de la crisis que derribó las compras de Euorpa, Ribeiro no ve motivos para festejar. "Hay una recuperación aparente porque los otros año fueron muy malos. Pero estamos lejos de compensar el perjuicio que tuvimos", dijo el gerente.
Recuperar el terreno perdido no será tan simple. El año pasado, Brasil exportó 681.200 toneladas de frutas frescas, el nivel más bajo desde 2002. "La demanda continúa baja, especialmente porque nuestro principal mercado continúa siendo el europeo", ponderó. La Unión Europea es responsable por 80% de las exportaciones nacionales de frutas.
Para reducir la dependencia, los exportadores enfrentan el lento trabajo de ampliación de mercados como Medio Oriente y el Mercosur. "El mercado árabe es promisor, pero la distancia y las dificultades logísticas tornan el proceso muy caro", afirmó Ribeiro. Los embarques para los países de América del Sur, se restringen a sandía y banana.
"No tenemos un mix de productos para el Mercosur", dijo.
Frente a las dificultades para abrir nuevos frentes, una de las opciones fue destinar la producción al mercado interno. Básicamente destinadas a Europa hasta la eclosión de la crisis de 2008, las uvas sin semillas del Vale do Sao Francisco encuentran compradores en Brasil. "El aumento del poder adquisitivo de la población renovó el interés por esas frutas", afirmó Ribeiro.
La fuerza del mercado doméstico, a su vez, impulsó las importaciones de frutas frescas. En los primeros seis meses de 2011, Brasil compró 231.400 toneladas, un alza de 4,1% sobre el mismo intervalo del año pasado.
En la misma comparación, Brasil gastó u$s 252,8 millones con importaciones, un crecimiento de 12,1%. "Precisamos importar frutas que no producimos o de las que no tenemos una oferta razonable", dijo Ribeiro.
Son los casos de la pera, cereza y ciruela.

A pesar de la recuperación, el déficit de la balanza comercial de frutas frescas aumentó en el primer semestre, impulsado por el avance continuo de las importaciones 

Fuente: El Cronista Comercial


.
|